martes, 18 de febrero de 2014




MANERAS DE ROMPER



Como toda treinteañera que no ha estado retirada en un convento, a lo largo de mi vida he tenido bastantes relaciones. Aquí dejo a la imaginación malévola  de cada uno cuantas se consideran bastantes , que no es cuestión de darlo todo hecho.Y no puedo más que echar de menos el emoticón que saca la lengua, por ser mi preferido y porque me ayudaría mucho en esta ocasión.

Estas relaciones  han durado varias semanas , varios meses y alguna que otra  formal  que duró años y que incluían una convivencia. Algunas las recuerdo con  mucho cariño, otras todavía me duelen ,y para que engañarnos otras han sido tan insustanciales que las he olvidado.

Una relación puede caracterizarse por cientos de variantes:  por cómo empezó, por el estado  vital en  el que te encontrabas , por  el que ansiabas  encontrarte , por el recuerdo que te dejó,  por lo que aprendiste (si es que aprendiste algo )…… y así muchas más. Pero probablemente algo definitivo fue  como acabó. Sinceramente pienso que la forma en la que una persona rompe con otra dice bastante de esa persona .

Vayamos  con otra de mis clasificaciones. Cualquier psicólogo diría que esta obsesión mía con las clasificaciones responde a un deseo desesperado por poner orden en mi aparentemente caótica vida, haciendo reducciones simplistas y generalistas de todo. A estas alturas sinceramente lo que diga un psicólogo, me chupa un pie,   asique sin más voy al lio.





Estan esas rupturas que se producen de una forma casi natural. Se llega a ellas sin darse cuenta y casi ni hacen falta las palabras. Bien porque ya está dicho todo, o porque no se dijo nada que merezca ser desdicho . Aunque casi ni se discute, y son mayormente una liberación,  es imposible que no te dejen un regusto amargo en la boca que tardará tiempo en  quitarse.


En el extremo opuesto están esas otras en las que se dice de todo: lo que se piensa y lo que no,se rompen vajillas y se discute de forma acalorada. Vamos que tus palabras son dardos envenenados y tú apuntas a dar. Estas rupturas tienen algo de catarsis, al principio sientes como si te hubiesen quitado un peso de encima.- Ya esta- ,piensas, -Esta echo y a partir de aquí que sea lo que tenga que ser-. Pero pronto te arrepientes y te  das cuenta que las palabras son el arma arrojadiza más peligrosa que existe y que como mucho pueden ser perdonadas, pero nunca olvidadas.


También están  esas rupturas en las que la otra persona es tan sumamente habilidosa ,  que  te convence con sus hechos o palabras para que seas tú la que le deje. Vale que él es un cobarde y a ti al final te  resulta difícil no sentirte un poco idiota. Pero también hay que reconocer que esto requiere una extraña habilidad que no todo el mundo  tiene.

Otro tipo  es la que se produce  por uno de los muchos medios de comunicación que tenemos a nuestro alcance hoy en día. Es lo que se conoce como ruptura 2.0 . Estos medios  son: teléfono, sms, email , Facebook , twiter y en el peor de los casos whatsapp. Digo en el peor de los casos porque igual ni se molesta en escribirte palabras y te pone el emoticón de la parejita con el corazón  y a continuación el de la mierda con ojos. Aquí lo peor es que  no tienes derecho al portazo final, y pocas cosas hay más frustrantes en la vida que esa. Esta ruptura demuestra bastante bajeza por una de las partes. Pero que tire la primera piedra quien esté  libre de pecado.

La ruptura que más adeptos tiene, pero que sinceramente a mí  menos me gusta,  es esa en las que se sigue siendo amigos. Yo personalmente no creo en ellas, las veo una americanada total .Casi siempre se producen porque uno de los dos sigue colgado y en su interior piensa que mejor ser follamigos que no ser nada. No suelen acabar bien, porque no dan lugar a la distancia tan necesaria para que el dejado pueda maldecir al otro, autocompadecerse y finalmente superarlo,  siempre en este orden.

Finalmente existen esas rupturas  que son una especie de ritual aceptado, normalmente protagonizadas por esos amores atormentados  de los de ni contigo ni sin ti. O por personas  que se sienten atrapadas  y no son  muy valientes, que o bien no tienen la habilidad de  hacer que les dejen o por defecto no disponen de internet  para mandar un mensaje.


Estoy pensando que me va a costar mucho escoger la canción para esta entrada, porque conozco muchas y maravillosas canciones de desamor. Os dejo con una  frase de  Eugene O Neill y que cada uno saque sus propias conclusiones: "El amor nunca tiene razones, y la falta del amor tampoco. Todo son milagros."


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