MANERAS DE ROMPER
Como toda treinteañera que no ha estado retirada en un
convento, a lo largo de mi vida he tenido bastantes relaciones. Aquí dejo a la
imaginación malévola de cada uno cuantas
se consideran bastantes , que no es cuestión de darlo todo hecho.Y no puedo más
que echar de menos el emoticón que saca la lengua, por ser mi preferido y
porque me ayudaría mucho en esta ocasión.
Estas relaciones han
durado varias semanas , varios meses y alguna que otra formal que duró años y que incluían una convivencia.
Algunas las recuerdo con mucho cariño,
otras todavía me duelen ,y para que engañarnos otras han sido tan
insustanciales que las he olvidado.
Una relación puede caracterizarse por cientos de variantes: por cómo empezó, por el estado vital en el que te encontrabas , por el que ansiabas encontrarte , por el recuerdo que te dejó, por lo que aprendiste (si es que aprendiste
algo )…… y así muchas más. Pero probablemente algo definitivo fue como acabó. Sinceramente pienso que la forma
en la que una persona rompe con otra dice bastante de esa persona .
Vayamos con otra de
mis clasificaciones. Cualquier psicólogo diría que esta obsesión mía con las
clasificaciones responde a un deseo desesperado por poner orden en mi
aparentemente caótica vida, haciendo reducciones simplistas y generalistas de
todo. A estas alturas sinceramente lo que diga un psicólogo, me chupa un pie, asique sin
más voy al lio.
Estan esas rupturas que se producen de una forma casi
natural. Se llega a ellas sin darse cuenta y casi ni hacen falta las palabras.
Bien porque ya está dicho todo, o porque no se dijo nada que merezca ser
desdicho . Aunque casi ni se discute, y son mayormente una liberación, es imposible que no te dejen un regusto amargo
en la boca que tardará tiempo en quitarse.
En el extremo opuesto están esas otras en las que se dice de
todo: lo que se piensa y lo que no,se rompen vajillas y se discute de forma
acalorada. Vamos que tus palabras son dardos envenenados y tú apuntas a dar. Estas
rupturas tienen algo de catarsis, al principio sientes como si te hubiesen
quitado un peso de encima.- Ya esta- ,piensas, -Esta echo y a partir de aquí
que sea lo que tenga que ser-. Pero pronto te arrepientes y te das cuenta que las palabras son el arma
arrojadiza más peligrosa que existe y que como mucho pueden ser perdonadas,
pero nunca olvidadas.
También están esas
rupturas en las que la otra persona es tan sumamente habilidosa , que te
convence con sus hechos o palabras para que seas tú la que le deje. Vale que él
es un cobarde y a ti al final te resulta
difícil no sentirte un poco idiota. Pero también hay que reconocer que esto
requiere una extraña habilidad que no todo el mundo tiene.
Otro tipo es la que
se produce por uno de los muchos medios
de comunicación que tenemos a nuestro alcance hoy en día. Es lo que se conoce
como ruptura 2.0 . Estos medios son: teléfono,
sms, email , Facebook , twiter y en el peor de los casos whatsapp. Digo en el
peor de los casos porque igual ni se molesta en escribirte palabras y te pone
el emoticón de la parejita con el corazón y a continuación el de la mierda con ojos. Aquí
lo peor es que no tienes derecho al
portazo final, y pocas cosas hay más frustrantes en la vida que esa. Esta
ruptura demuestra bastante bajeza por una de las partes. Pero que tire la
primera piedra quien esté libre de
pecado.
La ruptura que más adeptos tiene, pero que sinceramente a mí menos me gusta, es esa en las que se
sigue siendo amigos. Yo personalmente no creo en ellas, las veo una americanada
total .Casi siempre se producen porque uno de los dos sigue colgado y en su
interior piensa que mejor ser follamigos que no ser nada. No suelen acabar bien,
porque no dan lugar a la distancia tan necesaria para que el dejado pueda
maldecir al otro, autocompadecerse y finalmente superarlo, siempre en este orden.
Finalmente existen esas rupturas que son una especie de ritual aceptado, normalmente
protagonizadas por esos amores atormentados
de los de ni contigo ni sin ti. O por personas que se sienten atrapadas y no son muy valientes, que o bien no tienen la habilidad de hacer que les dejen o por defecto no disponen
de internet para mandar un mensaje.
Estoy pensando que me va a costar mucho escoger la canción
para esta entrada, porque conozco muchas y maravillosas canciones de desamor. Os
dejo con una frase de Eugene O Neill y que cada uno saque
sus propias conclusiones: "El amor
nunca tiene razones, y la falta del amor tampoco. Todo son milagros."
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