EL DÍA QUE DESCUBRÍ QUE ERA MAYOR
Vale que no fue un día concreto a una hora determinada. Pero si es cierto que llega un momento en el que no puedes más que constatar tal hecho y preguntarte….. ¿Como he llegado yo hasta aquí?
Cuando me preguntaban de pequeña que quería ser de mayor
nunca sabía que contestar.
A no ser una etapa en
la que, mientras todas las niñas querían ser modelos, yo quería ser
presentadora de Informe Semanal. Yo siempre fui una niña un poco resabiada y me gustaba marcar las diferencias.
El problema es que creo que a día de hoy tampoco tengo claro
que lo sepa, esto ya no es tan
encantador sino bastante preocupante pensareis. Puede ,pero al menos me he dado
cuenta del motivo: lo que yo no quiero es ser mayor.
Me di cuenta que oficialmente era mayor después de ver varias
convocatorias y becas ,en las que el
límite de edad eran los 35 años. Llegué
a la conclusión que en nuestra sociedad
actual pasas de ser joven a ser jubilada; si perteneces a una de estos
dos grupos se supone que tienes ayudas
estatales en un caso, y tu pensión en el
otro. Si estas en esa especie de limbo vital que hay en medio parece ser que no tienes derecho a nada, solo a producir,
y si la crisis te deja.
Esta fue la primera señal de alarma, pero aún quedaban otras
.
Acudo a mi médico de cabecera a recoger unos análisis
rutinarios y muy serio me dice que tengo colesterol, y del malo.¿Colesterol? pregunto
extrañada,¿ y del malo? repito incrédula. Bueno pero si hay dos tipos, rollo el
ying y el yang, ¿uno compensará al otro no?.
Acostumbrado a mis salidas de madre ni se molesta en
contestarme y me extiende una receta. Eso si, mi colesterol no es producido por
mis malos hábitos, sino por la madre genética. El buen hombre debe pensar que
eso me animará, o por lo menos hará que no me flagele aún más. Que poco me
conoce……
Con la moral algo tocada salgo de la consulta y de repente se cruza un balón en mi trayectoria. Al otro
lado de la calle un mofletudo niño me suelta a bocajarro: ¿ Señora, me pasa el
balón?.
Vale que yo a su edad
tampoco concebía la vida más allá de los treinta , pero eso no evita que mi primer pensamiento sea rajárselo sin
más.
Ya bastante deprimida decido someterme a la terapia de
choque femenina más universalmente conocida, y que en pocas ocasiones falla: ir
decompras.
Pero mi gran error es hacer una primera parada en una
perfumería a comprar una hidratante. Con
la crema hidratante la amable dependienta me da una muestra de contorno de ojos
para las patas de gallo, y otra de noche para la tez apagada, y ya puestos esta
nueva para la celulitis , y otra de un serum iluminador muy bueno …….Cuando las lágrimas
empiezan a agolparse en mis ojos, pregunto tímidamente:¿ tan mal me ves?.
Muy resolutiva me responde: No mujer ,pero tenemos una edad
en la que hay que empezar a cuidarse. No puedo más que pensar que esto se lo
dice a todas “las de nuestra edad”.Aunque pienso en decirle que me importa un
rábano la edad que tiene ella, que estoy intentando olvidar la mía y que se puede
meter las muestras por donde le quepan; únicamente le suelto un escueto “gracias”
y echo a correr hacia la puerta.
Esa misma noche me reuno con mis amigos más fiesteros, los
conozco desde hace mucho pero nos vemos solo una o dos veces al año. Estoy segura
que ellos si sabrán como animarme. Pero la cena se convierte en una especie de
rémora de cuando esas cenas acababan a las once de la mañana del día siguiente, borrachos
como cubas . Bonito día para ponerse nostálgicos.
No hay marcha atrás, pienso, soy irremediablemente mayor .
No hay marcha atrás, pienso, soy irremediablemente mayor .
Ya en casa, me espera
el que en ese momento, tengo la ilusión que sea el padre de mis
hijos. Entre gimoteos le cuento lo acontecido para acabar con un lacónico: ¡Soy
vieja!. “Puede” me responde él,” pero
eres mi vieja”. Entonces se me olvida mi
horrible día, le beso, y doy gracias a Dios por la sencillez bien entendida de
algunos hombres. No puedo más que
recordar lo que decía Oscar Wilde: no se quiere a alguien por su
apariencia, sino porque canta una canción que solo tú puedes escuchar.
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